Estado y Globalización

“El surgimiento de la globalización marcó una revolución en las competencias del gobierno Estatal”

 

Al igual que los procesos revolucionarios que derivaron en los distintos tipos de Estados que existieron en la historia (absolutista, de derecho, liberal, de Bienestar) la globalización fue la que catalizó el surgimiento del Estado neoliberal. Anterior a este y tras la crisis del 29 existió el Estado de bienestar, el que tenia un poder centralizado y una fuerte participación estatal en el mercado y la sociedad. Tras la crisis del 70, este modelo cambió y se empezó a cuestionar la sobre presencia del Estado en cuestiones relativas al mercado. De esta manera se fue gestando el cambio hacia un Gobierno menos participativo, derivando, supuestamente, su poder a las leyes económicas del liberalismo, las de la oferta y la demanda. Cabe remarcar que los organismos supranacionales empezaban a cobrar fuerza y sobre todo las entidades financieras internacionales adquirían mayor protagonismo. Fueron estas entidades, influenciadas por las grandes potencias económicas, las que empezaron a ejercer presión en distintos gobiernos, sobre todo en países subdesarrollados para que implementen sus políticas económicas.

Fue así como se empezó a marcar una nueva tendencia: la de liberar las barreras impositivas y hacer lo posible para atraer capitales extranjeros. De esta manera el FMI o el BID se ve “competente” para imponer un plan económico en los países más endeudados, alegando que esos planes deben ser implementados para tener mayor credibilidad. Pero lo que está claro es que se busca un negocio financiero para otorgar futuros prestamos y obtener mas ganancias con los intereses.

Vemos de este modo como la implementación de estos planes, sobre todo en América Latina, se vuelve una constante, y el poder Estatal, por el  que se luchó en la etapa descolonizadora se ve anulado a la hora de proteger los intereses nacionales.

Ahora nuestros gobernantes deben responder a las necesidades de las grandes empresas para atraer sus capitales, desprestigiando al trabajador local con leyes de flexibilización laboral. Y todo esto se da bajo el amparo de la globalización, “Hay que seguir el orden mundial” es el argumento que utilizan los gobernantes para justificarse.

Por lo tanto considero que al igual que en todas las revoluciones que vivimos en el mundo occidental, la globalización representa un proceso de cambio en el Estado que solo favoreció a sus promotores: Los poseedores de los grandes capitales de producción del mundo. Pero lo que es más devastador de este proceso es que no solo enriquece a unos pocos, sino que también empobrece mas a los carenciados, produciendo un gran crecimiento en la brecha entre ricos y pobres.

Queda reflejado que el poder y la posesión de grandes riquezas no puede saciar a las elites internacionales, sino que las vuelve mas ambiciosas al punto tal de procurar que la máxima institución que debería protegernos nos desampare para que se incrementen las ganancias de unos pocos, dejándonos sin posibilidades de crecer dignamente.